
Al final todos somos polvos. Las cosas vienen y van. No somos perfectos, y nos creemos los reyes del mundo. Como si todo estuviese en nuestras manos. Cuando puede que en un segundo, todo se torne en polvo.
No fue un hombre el que ideó los planetas, o el sistema solar. Que la vía láctea o el mar con la tierra. Algún tipo por ahí "descubrió" el sumar, restar, multiplicar, dividir... Ese mismo también en algún minuto creó armas de destrucción masiva y cometió errores infrahumanos.
Es una mala especie, fea especie. Se descompone lentamente, y sin querer, con un simple juego mental, se llega a lo que nunca se deseó.
Qué oro, qué petróleo, qué euro, qué dolar... todo se está sobrecalentando, y se vuelve al comienzo. ¿Es que Dios nos está haciendo pagar los errores?. Ni Copperfield podría caminar sobre el mar, o convertir el agua en vino. Si así fuera, de seguro los fundadores de las sociedades de alcohólicos serían millonarios, y tendrían ganado un lugar en el cielo.
Es linda la magia... dar una respuesta a lo desconocido de forma tierna, con rosado, brillitos y maripositas alrededor...
El asunto está en que la mente es frágil...
A veces quisiera ser...
Dulce inocencia...