19.10.06

Una tarde como pocas

De comienzo, era una de esas semanas estresantes y llenas de números y textos.
Al fin jueves, esa tarde tipo 15.00 acabaría todo.
Todos los días despertaba con la idea de que ocurriera lo que “anhelaba”, pero de vuelta a casa la mirada era triste porque no se concretaba. La pantallita no daba muchas señales, y la única forma de verificar si los hechos eran reales, era con ese “anhelo”.
Jueves, suena despertador. Las ganas eran más intensas, pero algo decía… no caigas en ese abismo ilusorio, puede que hoy no ocurra, al igual que los días pasados.
Y porque lo que esperas ocurre cuando menos lo esperas, pasó, y fue una mezcla de calidez con ese dejo de… hubiese sido mejor que no pasara, como comer un chocolate amargo bajo los rayos de sol que están a todo dar. No importa… si al fin y al cabo, me acostumbraba a ello.
Coincidió que al rato debía esperar en la salida del metro. El esperado llegó tarde, y en el transcurso de los minutos fui víctima del típico suceso chilensis. Discusión entre un tipo pinta de gerente, con una mujer “tipo” vagabunda-drogadicta del barrio. Círculo de personas alrededor, disfrutando del espectáculo. Digno símbolo de solidaridad de los santiaguinos.
Al fin llegaste, y descubrí que ver las nubes correr detrás de unos vidrios oscuros era…
La bienvenida caminata… ¿qué hacemos?, ¿dónde vamos?. Sólo una cosa clara, terminar todo con una charla en el Utopía, para luego seguir con lo mismo donde la Margarita, personaje ya querido y que posee ese “que se yo” especial. (Deber ser el aura…).
Los pasos guiaron a cruzar el centro de Santiago, recorrer la plaza de armas y descubrir los mapas antiguos de la ciudad, para llegar a la exposición de Parra. Sí, la verdad es que me hicieron falta mis anteojos. Mi mezcla de Is (Incultura + Inocencia), me impidieron reír como otros lo hacían, o entender lo que se escondía por debajo de las sábanas del antipoeta.
Viaje de regreso, allí donde comenzó la historia. Moneda, y tu descubrimiento de mi juguetería favorita. Quien podrá saber las vidas de todos los peluches y cosas que se encuentran… Nació Utopía, Elio, Aurora, y revivió el Señor Galleta (¿?). Continuar, rodeando el cerro por su lado poniente, y tú que comenzaste a jugar como un niño, intento de equilibrio más intenciones ocultas de juegos con la luz de los focos.
Se cruza la mina tipo estresada/idiota/cansada de Santiago City. ¿No ves que estamos disfrutando una tarde bajo las luces de los autos y el viento tibio que corre?. Continúa tu camino apestando a quienes miras. Que pena… pobre del tipo que te espera en el departamento, cansado también por el arduo día de trabajo, pero que extraña tu aroma y voz… Ojalá no se haya contagiado con tu dulzura amarga.
Y tú, mientras analizo la actitud de la tipa, continúas con tu juego, medio entre Star Wars y payasito de circo. Diviso la pileta… Aunque los pasos para rodearla no son más de 20, igual tenía que darlos. Debía darlos. Te lo digo, y atraviesas corriendo la calle. Me obligas a seguirte, y luego de esos 20 pasos mezclados con el son de las aguas, volvemos a donde estábamos, al origen del principio…

2 commentaires:

Cami a dit…

Siempre en el año tenemos varias semanas estresantes, esas que tenemos que ahcer mil y un cosas, esas que lo unico que deseamos es que terminen, y seimpre tenemos un anelo que deseamos con todas nuestras fuerzas que se cumpla.

Saludos ^.^

Poupèe a dit…

Tiene ke acontecer una ves al mes, ke nos pase algo inesperado, o algo ke no lo keremos del todo, con un anelo distinto salimos del caso, con una mirada constante a nuestro futuro no fracazamos, con una esperanza incondicional avanzamos, por e camino solido y facil ke nos da la vida, y ke uno como individuo lo complica.

saludos ^^
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