2.8.08

Ese tipo, ese

En algún minuto supe que lo encontraría. Que se cruzaría en mi camino de alguna forma. Siempre pensé que eran sueños vagos, ideas pasajeras e inherentes. Sabía que ocurriría, pero incitaba a mi mente a pensar que eran meros ilusionismos.
Un tipo que no debiera dar cuentas a nadie. Con una especie de mochila al hombro y jeans gastados. Dueño de nada. Que sus pies rozaran el piso de un departamento con una especie de vista a lo que es todo y nada a la vez. Que de vez en cuando tomase un trago e inhalara el humo de sus cigarrillos lentamente, sin apuro. Que fuera de mundo, protector y sabio. De mirada profunda y transparente, abismante y paralisante. Dulce y a la vez denso. Tenso, pero suave. Seguro de si mismo. Un trotamundo que ve el mundo como un libro abierto sobre su escritorio.
Pensaba que al mirarlo de lejos me atraería tal imán. Lo positivo a lo negativo. Un tipo que en la estación pasara casi inadvertido. Ya dentro del vagón su simple aroma guiaría mi camino. Físicamente hablando, ninguna característica en particular. En mis sueños no era un tipo rubio. Sí quizás algún tatuaje dando vueltas en alguna parte de su cuerpo, junto a un par de piercings. Tal vez. Todas esas características eran meras piezas de un rompecabezas que creaba en mi especie de inconciente. La mera idea de ligar una a una esas características, creaban un goce apenas comparable al disfrute de un trago con una inhalada.
Resultó que muchas de esas piezas quedaron. Se ocultaron en la sombra, y nadie las extrañó. Las ansias se cobijaron lentamente a ese ser que se cruzó de la nada.

Ahora, podría distinguirte en cualquier lugar. Sé que existes, y que quizás hayan mas especímenes con las piezas que quedaron olvidadas.

¿Demasiado bueno para ser verdad?. Sí, lo mismo presentí. Pero... por algo las cosas agotan, y me insitan a creer que todo fue parte de un sueño en que la ficción cobró vida en aquel cruce de lugares y palabras ajenas a este aquí y ahora.

2 commentaires:

Oskar a dit…

Extraordinaria descripción, me recuerda un poema de Benedetti.. te lo dejo aqui:

Paso que pasa
rostro que pasabas
qué más quieres
te miro
después me olvidaré
después y sólo
solo y después
seguro que me olvido.

Paso que pasas
rostro que pasabas
qué más quieres
te quiero
te quiero sólo dos
o tres minutos
para quererte más
no tengo tiempo.

Paso que pasas
rostro que pasabas
que más quieres
ay no
ay no me tientes
que si nos tentamos
no nos podremos olvidar
adiós.

Saludos desde el Barrio Ficticio

propenso a dit…

Si las cosas son buenas hay que saber aprovecharlas, claro.
Saludos y gracias por pasar en mi humilde blog.
CHau