Un teatro cualquiera, una vida cualquiera. En solo un parpadear de ojos, el escenario se modificó. Cambiaron la escenografía sin que nadie se diera cuenta. Por eso es que en este nuevo ambiente me encuentro algo perdida y desequilibrada. No encuentro el sitio donde tenderme a llorar o pensar. De ser un lugar abierto y libre, pasó a uno encerrado y oscuro. Suena curioso, con esto de la llegada de la primavera la escenografía debiera tener más color y luz. Parece que fue idea del guionista, por lo que escuché. Dijo que los personajes se estaban acostumbrando, y quería conocer qué efectos producirían en los diálogos un pequeño cambio. ¿Pequeño?, pensé… Toda la atmósfera se concentró a tal punto que se va desvaneciendo lentamente, así como si se evaporara toda el agua de los océanos y nos quedásemos secos de un día para otro. Mal. La tierra podría comenzar a agrietarse, cayendo parte del elenco a un abismo algo desconocido para muchos. ¿Y quién rescata de allí a los actores?. Los bomberos no forman parte de la función. Ya que el agua se encuentra en las nubes, toda apretada en miles y miles… ¿qué pasará con los rayos solares?. Bienvenida primavera… parece que mal día decidió envolvernos con su dulzor y calor. Pero, ya llegará el invierno, y del cielo comenzarán a caer las ácidas lágrimas que por un tiempo han estado guardadas, simplemente porque no querían salir, simplemente por miedo o timidez. Puede que el ácido quede disperso en el aire, pero a la tierra llegará agua pura y cristalina que hidratará hasta la flor más marchita. Puede que una vez que se mezcle la tierra junto con el agua, se forme un barro santo que traiga de vuelta la esencia de los actores, quedando atrás una tanda de personajes con caretas que generaban sensaciones invisibles para ellos.
Pero… son actores. La esencia es la entrega de una imagen, de una ideología, de un estado que se intersecta con una historia cualquiera, paralela a la real, a la palpable, a la que vale en verdad, a aquella que lleva consigo alegrías, tristezas, temores, penumbras, odio, rencor, melancolía…
[BonusTrack; Este Inmenso Show – Eros Ramazzotti]
Pero… son actores. La esencia es la entrega de una imagen, de una ideología, de un estado que se intersecta con una historia cualquiera, paralela a la real, a la palpable, a la que vale en verdad, a aquella que lleva consigo alegrías, tristezas, temores, penumbras, odio, rencor, melancolía…
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