"... no es el aire el que me hace hablar, es tu risa..."
Fue un viaje literalmente. Algo así como un mes y medio. Y fue como un cambio de piel. Al regresar, se me hizo grato. Sentía distinto. Ahora, quedé preguntando qué tan bueno fue dicho cambio. Espero no ser arrogante ni miradora en menos. Quizás esas cualidades siempre las tuve, pero no las expresaba del todo. La chica algo callada o que omitía ciertos comentarios (no los ácidos), se perdió tal vez junto a la Amaranta. No, mentira. Ella es parte de mí, así como mi otra personalidad, esa que nació del todo aquí, gracias a los dimes y diretes de un individuo que se esforzó por ser parte de mi life. Aunque a éste no lo vea ya desde hace meses, y tenga en mi poder una revista de Soda suya, y un libro perteneciente a una amiga de éste, basta con que lo vea camino a tomar, quién sabe, la micro o el metro camino a casa. Otro viaje, tan común entre muchos, y porqué no decir en mí, y que ha traído consigo más de un cambio de piel, como ese día en que la brisa trajo consigo la energía para salir de una nube gris, y mirar con otros ojos una ¿enfermedad?, o el día del asalto disfrazado de buena onda.
"... y al regresar, mi lengua afilada sabrá podar lo falso..."