25.10.11

Dactil, tactil

Queramos o no, se hace necesario volver a las raíces, a aquello que nos cobijó en momentos de espanto y de enriquecimiento.

Una vez más una página se dio vuelta en el libro. Unas huellas dactilares quedaron grabadas, y es momento de decir stop, quiero un respiro. Necesito abstraerme un tiempo, echar raíces, palpar, sentir, mirar desde afuera, externamente, abrazar lo interno, caminar a paso firme y aferrarme a mí.
Ya sacaron parte de lo peor de mi. Descubrí a la Amaranta que se ocultaba, la que vivía y a ratos aparecía en sueños, la que miraba la luna deseando que su deseo se hiciese realidad.
Ahora es tiempo de equilibrarme con lo nuevo, con lo que se incorporó en mi disco duro, con aquello que me entregó alegrías, que sacó lágrimas, que me quitó temores, que me entregó paz y dicha, que me quitó inseguridades y agregó otras, que me dio sueños y esperanza, aquello que quise tener a mi lado, que se hizo presente a ratos, pero que en las profundidades del abismo no era más que un mísero espejismo.


Huella que acaba formando un espiral, un tornado de emociones, ideas, sentimientos y riqueza necesarios para crear mi propio libro.

2 commentaires:

peyote a dit…

¿Lo peor de ti?, vaya delito, si pareces tan agradable.
Uno es, uno se hace, uno aprende, uno es mientras se mira uno, y sabe quién es.
Yo se que eres una gran chica y lo mejor siempre sabe salir en líneas.
Saludos, y perdona por no haber pasado antes.

Viaje [x] la colgadera

peyote a dit…

Hey, muchas grcias por sus palabras.
Un abrazo.