28.1.07

Círculos

Una sensación, una idea, un pensamiento. Fluyó como un trozo de sandía por la garganta en pleno verano. Frescura. Un picaflor robando la dulzura de las flores. ¿Se te a volteado una botella de néctar?. Pegoteo como la polera en la espalda, durante una caminata por la tarde con el sol brillando en el cielo. Esos pasos que llevan consigo tranquilidad o histeria. El nerviosismo del paseo Ahumada. La cartera afirmada para no sufrir un lanzaso. Por eso mismo tal vez caminas rápido. Algunas veces te tientas de caminar lento y sentarte en alguna banca. Observar a la gente que camina. En navidad, repletas de bolsas. Temes que se acerque algún ente gritando "Cristo Vive". Te escapas. Uno de los tantos pasajes de la zona. Personajes ofreciendo libros y CD`s piratas. Ya tienes una gran colección de esos. El que buscas es chileno, y está entrando en el mercado. Optas por la buena acción del día. Te topas con el heladero, el tipo de las bebidas, y el que vende abanicos a $200. Hace un par de años lo compraste a $500. Aún lo usas cada verano. Piensas en comentar la buena calidad del producto, pero recuerdas el Canal de Compra con las baratas voces dobladas, y la máquina para hacer abdominales que siempre quisiste. Al fin, la esquina para descender. Sigues de largo. Al metro nuevamente, y el origen del principio. ¿La idea?... ninguna. Los pasos mandaron. Ya estarás en casa despegando el chicle, y limpiándolo de la plasta de perro de la vecina. Un respiro profundo... total, es buena suerte. Palabra de ineptos. Éxito suena mejor. Mas energía. Como la de las alas de la mariposa que roza su hombro. Ella la sigue, llega al parque, donde se ocultó por unos segundos días atrás. Llega al lugar de siempre, la atiende el tipo de siempre, y pide el café de siempre. Unas cenizas se depositan en el tazón como veleros en el océano. Nota el reflejo desde el 4º piso. La señal. Tal vez suerte sea la palabra para la ilusión del momento.

20.1.07

Gracias por venir

Quedamos de vernos en el café de la esquina. Los zapatos de tacón me daban cierta inseguridad, pero las ansias de ver sus ojos de frente, pudieron más.

Sentado en la misma ubicación de hace 6 años. La misma postura. Los anteojos le daban un toque intelectual exquisito. Miré su mano izquierda en búsqueda de argolla. Mi paranoia pudo más, y pasé también por la derecha. Me topé con el anillo de nuestra adolescencia, ese que compramos juntos en una feria artesanal de Horcón, el mismo que rozó mas de una vez mi espalda y cabello, mientras con su voz depositaba en mis oídos una de las tantas baladas que mecieron nuestros cuerpos bajo la luz de la luna.

Leía "Crónicas de Oriente". No pude evitar sonreír. Sus gustos se mantenían frescos en mi memoria.

El llamado de la noche anterior me dejó algo agitada. Lo imaginaba en Londres, cobijándose en alguna biblioteca de las tormentosas lluvias, o tal vez disfrutando del tabaco con un café sobre la mesa.

Sus cejas gruesas y atrayentes erizaron mi piel. Exactamente la misma situación de aquella vez en que hablamos por vez primera en el patio de la universidad. Tan expresivo, sereno, candente y tormentoso.

Pasé por su lado, y no me atreví a hablarle. A decirle que estaba allí, que no había olvidado su aroma ni su histeria. Que amaba la forma en que se movía en la cama, sus tostadas con miel, sus pasos agigantados, su tick al no saber que decir. Que extrañaba sus silencios y su respiración, que había olvidado sentir los latidos de mi corazón.

Continué el camino, hasta llegar al parque. Demasiados recuerdos. El barrio, él... estaba aquí.

Sentí un tirón por mi cintura.

Como dice Cerati... Gracias por venir




18.1.07

Gotas de miel, amanecer y un lugar

Ya es tarde. Las luces de la ciudad se fueron apagando lentamente. Solo unos puntitos rojos se ven. Un avión produce destellos amarillos. Todo se cubre por la luna.
Los autos dejan de circular lentamente. El ruido disminuye. Surge el sonido. A lo lejos, se aprecia una tenue luz anaranjada. Se confunde en el manto con el azul. Ambos se revuelcan como dos pinturas en un mezclador de colegio. No se si dicho encuentro es real, o si es parte de algo mas de mi imaginación. Puede que esté enfocándome en lo que ocurrirá en un par de horas más.
Los minutos corren, y el momento esperado no se concreta. Miro, veo, observo... y no, nada. Me rindo.
Las sábanas blancas están frias. La habitación invita a encender un incienso junto a un cigarrillo y velas. El bonsai se ve mejor bajo la luz tenue de la luna. Los rostros de los niños afganos toman otra expresión. Estuvo bien el contraste. Lindos marcos, lindos fondos.
El ambiente toma el aroma de Palo Santo. Recuerdo Machu Picchu, y su uso como remedio espiritual para purificación. Justo lo que necesitaba en estos momentos. Por mi mente también se cruza la estadía en una iglesia de New York, cerca del Rockefeller Center. US $1 cobraban por encender una varita. Puro negocio. Que manera de contrarrestarse el uso que por siglos le dieron los Incas.
Comienza la melodía. Por la ventana el anaranjado a tomado el dominio del cielo. Los pajarillos ya comienzan a cantar, y se vislumbra un día cálido y tranquilo.
Fue una noche agitada para mi corazón, pero tranquila para el espíritu. Mis ojos estaban por sobre los tuyos desde la altura. Tu ubicación no la sabía, pero si podía imaginarte cubierto por las plumas fucsias, mientras de Ricardo pasabas a ser Raquel.

9.1.07

Flor de Piel

Una flor, una flor, otra flor. Solo centímetros de por medio. Para una hormiga, kilómetros. Desde las alturas forman una circunferencia. Parece una estela. En el centro, solo una piedra. El radio fluctúa. Es la pureza del alma. Esperanza. Verde puro y majestuoso. Naturaleza. Las hojas de los árboles acompañados de la cordillera nevada. El son del río. La respiración mas los latidos del corazón (si, corazón), forman una melodía única e intransferible. El viento forma remolinos mas allá de lo que permite ver tus ojos. Pero se escucha, se siente… se respira. Las flores emanan pureza y tranquilidad. Al otro lado del mundo, esas palabras toman un significado algo distinto. Atípico a este diccionario. Si observas y no miras, notas que en el fondo es lo mismo. La misma película, con las especies algo transformadas y mutadas. El final no cambiará. Todos llegaremos a lo mismo. No habrá distinción de color, idioma o ideología. Desde la altura, se ve una circunferencia. En el desierto se unen el fuego con el agua. Matices. Diferencias. El centro puede ser tan frío o caliente a como haya sido el ambiente. Tinieblas o la luz del sol. Es la misma piedra. Porque el entorno sí importa… pero el aroma de las flores no dejarán de encantar a las abejas. Ellas vuelan… libertad.

8.1.07

Vecindad

Mi vecina es solterona. Casi todos los años se va de viaje por Europa... y la envidio por eso. De pequeña recuerdo que cambiaba de "nana" casi todos los meses. Todas resultaban ser más viejas que ella. Vive con gatos, y da de comer a los que encuentra en la calle. Les compra Whiskas, y todo el barrio la mira raro. Siempre barre por las noches, y cuando la veo en la calle la saludo... pero no me responde. Tal ves no me reconozca, pero a pesar de ello todas las Navidades se hace presente con algún regalo para mí, al igual que en cada regreso de sus viajes por el viejo continente.
Cuando uno de sus gatos se va por el techo se pone triste, y le pide socorro a mi papá para que suba en búsqueda del fugitivo.
Siempre la he encontrado parecida a la Bruja del 71, claro que no vivimos en una vecindad, y su numeración es 9XX.
A pesar de no vivir en la Vecindad del Chavo, igual en mi barrio existió una especie de Chavo. No era un niño propiamente tal, sino que más bien una especie de Doctor Chapatín, por la bolsita de papel de encomienda que andaba trayendo, y por su avanzada edad. Siempre saludaba a todas las personas con un "buenos días señorita", "buenas tardes caballero".
Hace meses ya que prácticamente desapareció del barrio. Al verlo, lo saludo como siempre lo hice. Él, no me responde. Al parecer tampoco me reconoce.

4.1.07

Ultimo diálogo

- ¿Dónde están los calzones amarillos?
- Mamá, ¿me hiciste las lentejas?
- Uva... no compramos uva
- Hay que sacar las maletas de arriba del clóset
- El calzón amarillo no está...
- ¿Uvas?. Si compramos, ayer en el supermercado
- No alcanzo las maletas...
- ¡El Bobby se comió la uva!
- El calzón está en la ropa sucia
- Las lentejas quedaron duras
- ¿Quién va a hacer el pavo?
- Yo haré el puré de manzana
- Se las comió el Bobby junto a la uva...
- ¿Y el CD de Tommy Rey?
- No encuentro mi entrada para Elévate...
- Estaba con la uva encima de la mesa
- ¿Quién me ayuda a sacar las maletas?
- ¿Cuánto se demora el pavo en el horno?
- ¿Microondas?
- El CD está rayado...
- ¿Por qué no vamos a ver los fuegos artificiales?
- Cuáles... ¿esos que están sonando?
- ¡Champagne! ¡rápido!
- ...
- ...
- ...
- ¿Quién me saca las maletas?
- ...
- Feliz año
- Por lo menos tengo un dólar en la billetera
- ...
- Lo usaste en la prueba sorpresa del bingo la semana pasada
- ...
- Feliz año