22.11.06

Sesión de Laboratorio

A cada cierto tiempo abres la ventana para ver el día. No sabes por qué lo haces, si el vidrio es transparente, verías lo mismo tanto con la ventana abierta o cerrada. Pero, hay variables. El viento trae consigo una diferencia, además de que esperas que el aroma de las flores impregne el interior, que ya está algo turbio y oscuro con las ideas lanzadas desde el fondo.
El ejercicio se realiza como en un compás, tiene los ritmos bien definidos, como si una partitura estuviera sobre el atril de tu cabeza.
Tampoco sabes la idea final, ni está claro el objetivo. Al comienzo fue una especie de experimento, pero el total de variables no las supiste cuantificar. Al fin crees haber llegado a la especie de respuesta-solución, pero ni siquiera eso está claro. No es tan simple como entrar en un laboratorio de química, y mezclar elementos de la tabla periódica, para finalmente apreciar el resultado.
Ahora surgen un par de preguntas, muchas de las cuales -piensas- nunca tendrán respuesta. Hace un par de minutos creíste haber dilucidado el primer por qué, pero tardó segundos en evaporarse…
Decides finalmente por dejar la ventana abierta. El incienso no logró modificar el ambiente en su totalidad. Aún es primavera, y el canto de los pájaros junto al son del Río Babel, cambiarán el escenario… o es lo que esperas.

20.11.06

Funny, funny...

Suena el timbre y no puedo abrir. Corro. Ya están en la puerta y pasan. Termino de guardar las cosas y llegan de la cena a lo "hindú". Partimos. Primera parada, el departamento de los carretes diurnos de colegio. El motivo, recoger a otro integrante y tomar fotos desde la azotea. El artista y el dueño del departamento suben, mientras que con el próximo sonidista nos quedamos en el estacionamiento escuchando a Jamiroquai. Vuelven, y partimos al otro departamento, con la idea de sacar fotos desde la azotea nuevamente. En el camino, un olor a carne asada despierta el hambre de todos. Tercer piso, y le decimos al conserje que nos esperan. Sumamos 6. Dicen que viene pepe y me río. No había logrado convencerlo por la tarde. Suena el timbre, y aparece con pelo largo y una especie de tambor. El polerón de Alemania confirma que no es el hippie que se podría llegar a creer que es. Llega el dueño de casa con los ansiados videos. Ya esperaba ver unas imágenes de Iron Maiden o Megadeth en la pantalla. De repente, aparecieron unos niños que me parecía haberlos visto hace muchos años y que en esos momentos estaban al lado mío. Por la tele, se las dan de Johnny Knoxville y Steve O en un episodio más de Jackass. Alguien recuerda que debemos ir al Buda, y que se supone otro más va en camino hacia allá. Salimos. Caminamos las cuadras y llegamos. Sin asombro vemos que está lleno y que debemos esperar. Somos 7. Se desocupa una mesa de 4 y nos quedamos ahí igual. Unos se sientan en las especies de maceteros, y llega Jano diciendo que sólo hay medios. Nada de litros. Al parecer el lugar anduvo colapsando. Sumamos 8, y cambio de mesa. Desde la cabecera miro, y parece un almuerzo familiar de “Machos”. Faltan 3 para que esté el grupo completo. Son cerca de las 3.00 y partimos al Liverpool. Para variar, no atiende el mismo tipo de la semana pasada. Allí, somos 6. Yo no juego. Iron Maiden suena de fondo. Asumo, acostumbrada ya a los gustos y música del resto. Suena el celular. La mala noticia que podría haber ocurrido, no fue nada más que un susto pasajero. El tipo me pregunta que música me gusta. Soda, Cerati, Jamiro… le digo. Pasa un rato y cambia la música. Me llama y hablamos del tema. Me presta 2 juegos de ingenio para que no me aburra. Me río. Vuelvo al grupo con mis nuevos tesoros, pensando cómo sacar las clavas de ese lío de círculos y figuras extrañas. Me tiran de la mano y la clava queda separada del atado. Caso resuelto. Volvemos por los autos, y terminamos nuevamente en el tercer piso. 5.00 AM y miro las estrellas desde el balcón. Uno estornuda por la alergia al gato. Otro come galletitas Frac. Un tercero se sirve un ron con “negra”, mientras otro llena un vaso de Coca-Cola. El dueño de casa da vueltas. El de la Coca-Cola tiene problemas, y el resto le dice que no webee, que debiera estar feliz porque estudia música, cosa que ellos quisieran más que nada en el mundo. “Envidia sana”, dicen. Igualmente, el drama va por otro lado. Yo muero de sueño, y continúo mirando las estrellas, mientras me las doy de psicóloga desde el balcón. Al despedirnos, surge un recuerdo del pasado. 5.30 – 6.00 estoy en el Mc`Donald`s de Macul con Grecia. Entrego las hamburguesas respectivas y saco las papitas que quedan en la bolsa. Miro hacia la cordillera, y el cielo está azul claro. Partimos a la famosa casa vieja, y allí vemos segundos de una película a lo más Charlie Chaplin. Con Meda reímos y partimos a casa. Él sigue el camino, mientras yo entro directo a mi pieza. Las 6.20. Cierro cortinas y persiana para que no me moleste la luz ni el movimiento del día.
Abro los ojos, miro la hora y son casi las 14.50. Calculo cuantas horas dormí, y a los segundos suena el celular…

17.11.06

Tiempo real

Resultó que para pasar el rato y dejar de lado por un momento las integrales y deribadas, decidí comer sin tener hambre... Y para hacer más ameno el plato de arroz con guiso a lo chino, puse el capítulo de Lost que me tocaba ver... 4º o 5º de la primera temporada... bastante atrasada.
Pareciera ser que la idea de estos tipos de series, teleseries y programillas de famosos, es hacer olvidar a los entes sus "malas ondas" del día, descontextualizarse por un momento de la vida real, y que la mente pase a otro estado... se le suele llamar "entretención". No importa... eso no va al caso ahora.
Nose si sea por ese estado de semi introspección que supongo-espero-deseo estar pasando, pero que me dio susto cuando apareció rondando por la isla el papá de Jack, la especie de superhéroe de los sobrevivientes (bastante gringo el detalle, pero obvio a la vez). Al ver el asunto de raíz, tal vez esa especie de espejismo sea por los acontecimientos que pasan por la mente del protagonista, siendo que ve lo que espera ver, y así cerrar el episodio que tiene el tipo con su padre (hecho que a más de algún televidente le debe estar rozando los pies). A la vez, me pasé la película de que mi papá fuera el muerto... Tal vez no tiraría flores cagada de la risa como el chiste que ronda...
Admito que el asunto de ver al muerto dando vueltas, y el hallazgo del ataúd sin el cadáver en su interior me dio miedo, al punto que tuve que prender la luz que iluminaba mis espaldas... estaba sola en casa.
Luego, en un par de minutos, se encuentra el protagonista al fin sacándose ese peso de encima y contando parte de su historia. En segundos mi "miedo" pasó a lágrimas. Sin comentarios...
Terminó el capítulo y partí a mi pieza. Encendí el cigarrillo correspondiente al fin de la cena, con música fuerte de fondo. Por la tarde rapté el disco de Keane del cuarto de mi hermana. Al estar en "shuffle", terminó la canción en que había detenido el disco unos momentos atrás, y siguió la típica, la famosilla, esa alegre y que te da ganas de andar saltando como conejo en una pradera. Llegó el final, y comenzó una con mezcla melancólica y gotas de nostalgia. Sin querer, la introspección se originó, hasta que el celular sonó en el comento preciso. Voz familiar, conocida, amiga. ¿Hacer algo hoy?. Mañana tengo prueba a las 9.00
La canción se detuvo en el momento justo en que la luz del cigarrillo se extinguía en la cajetilla vacía.

15.11.06

Que haría...

¿Qué haría si tuviera que empezar denuevo?. Seguro que tropezaría con la misma piedra. Puede que sufra y llore igual que en esos años... pero sé que no sería en vano. A pesar de todo, y sin querer, el asunto ayudó. En un corto plazo, claro... porque resulta que a veces la mente se torna algo frágil. A estas alturas, esa amargura se olvidó, y como buena masoquista, ese dejo de nostalgia se comienza a hacer presente...

¿Qué haría si tuviera que empezar denuevo?. Tal vez me hubiese tomado el año luego de salir del colegio. Hubiese pensado 1 vez aunque sea el cachito de estudiar algo que en ese momento no me apasionaba, y que ahora, a veces alcanza a seducir algo. Porque al fin y al cabo, si estoy aquí es por los sueños que me mueven y motivan, las ideas y los lugares a los que quiero llegar. No me queda otra que jugar con los conocimientos nuevos adquiridos, y planear... "luchar para que la vida sea la utopía de mis sueños encarnados..."

¿Qué haría si tuviera que empezar denuevo?. Algunas cosas no las hubiera pensado tanto. Hubiese dejado que mi corazón guiara, y los pies simplemente siguieran esos latidos que a veces se oyen como un eco, pero que sin embargo sé que claman y gritan porque quiere algo... pero esa especie de barrera no lo deja avanzar... así, como ahora.